Las fuentes clásicas señalan a Aníbal como un general que padecía las penurias junto a sus hombres y que en el campamento no podía distinguirse de los demás (aquí está la difícil de creer historia de Livio que dice que Aníbal vestía pelucas de distintos colores y se disfrazaba constantemente, sobre todo cuando estuvo en el norte de Italia, por miedo a asesinatos por parte de los poco fiables galos). Si seguimos la historia de Pirro, del que Aníbal fue ferviente lector, tras sus primeras campañas luciendo su mejor armadura y casco, que lo hacían alguien muy destacable entre sus tropas, el general epirota aprendió que era mejor pasar desapercibido en el combate, cuando tanta ostentación podían hacerle blanco de los ataques enemigos. En las representaciones que se hacen de él generalmente se le presenta con una indumentaria simple y con barba. La miniatura de Warmodelling reunía ambos elementos.
A la hora de pintarlo he procurado utilizar el rojo por ser un color muy habitual. De hecho, el nombre de púnicos, en latín poeni, proviene de phoenici, es decir, fenicios. Al parecer el nombre de fenicio a su vez derivaba de la púrpura, por atribuirse a ellos su invención. Me sentí tentado a usar ese color para el general, pero también es cierto que la púrpura tiene connotaciones monárquicas en la antigüedad, así que lo terminé descartando. Otra cosa a destacar es el parche en el ojo derecho, que perdió antes de la batalla del lago Trasimeno. Le he puesto una piel de leopardo para darle cierto realce, al margen del caballo blanco que uso para todos los mandos cartagineses.
Junto a Aníbal van un portaestandarte y un escolta. Para ellos he usado calcas de LBM con representaciones que suelen aparecer tales como caballos y dibujos parecidos al Índalo de Almería. La luna, Tanit, es bastante habitual en las representaciones de Cartago.
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