25 de agosto de 2021

Batalla del Río Himera (online multijugador): resumen de todos los turnos


Turno 1

Las tropas del grupo verde han avanzado a la carrera mientras Arcágato y Heracleides se ponen al frente de la caballería y dan instrucciones para que el avance no sea el que se había planeado. Hacia ellos se acercan las tropas ligeras del enemigo también, que ha ocupado la breña. Ha habido un ligero intercambio de proyectiles y algunas de las tropas se han visto resentidas por el fuego enemigo pero no parece grave.

En el otro flanco también se produjeron las primeras escaramuzas, con el resultado desfavorable para los griegos aliados a los cartagineses.

La línea griega avanza a la mayor velocidad que puede en su flanco derecho y en el centro, mientras que en el flanco izquierdo dan cobertura al centro, intentando mantener las distancias con el enemigo.

La línea cartaginesa se mantiene a la defensiva y son solo los hostigadores los que avanzan para acosar al enemigo, ocupando la breña en los primeros compases del combate.



Comunicaciones de los jugadores

Los jugadores podían comunicarse entre sí. Para los jugadores que compartían mando, no había límite alguno pues estaban el único junto al otro. Para el resto, tenían que contar con mensajeros, que estaban limitados en número y que tardaban en desplazarse. Por eso, aunque os incluya mensajes de mensajeros aquí, debéis asumir un retraso de uno o dos turnos en llegarles a los generales en cuestión. Cuanto más alejados los generales, mayor tiempo de retraso en la entrega del mensaje. Dichos mensajes también se retrasaron cuando los generales estaban en combate.

Aquí incluyo los mensajes que se intercambiaron los generales siracusanos.

De Arcágato a Heracleides (T1)

A ver, esos escaramuceadores cartagineses... Nos lo están poniendo a huevo, pero por otra parte entiendo que la caballería enemiga nos puede envolver si cargamos de frente. Viendo además como están colocados los cartagineses, me parece que este flanco es su flanco duro (o al menos nos superan ampliamente). Difícil por tanto que nuestro plan salga adelante...

Lo único que se me ocurre que pueda ayudar sea pivotar sobre el lado derecho de la caballería, para taponar el flanco mientras amenazamos a los jabalineros enemigos. Si no, nuestros peltastas pueden quedarse solos.


De Heracleides a Arcágato (T1)

Me parece bien. Tal vez podamos sacar ventaja pivotando.


De Arcágato a Agatocles (T1)

Superioridad de caballería cartaginesa. Avanzamos con todo. Intentamos ganar la breña antes de presionar de forma agresiva con nuestros montados.



Y éstos fueron los mensajes que intercambiaron los jugadores púnicos.

De Amílcar a Atarbas (T1)

Avanza la línea de jinetes, mas déjala ligeramente retrasada con respecto a la línea de hostigadores. Si la caballería siracusana se aproxima, carga para proteger a los hostigadores.


Aquí está el resultado tras el movimiento del turno 1. Se puede ver el avance de los siracusanos y de las tropas ligeras cartaginesas, que buscan entorpecer su avance, mientras el resto del ejército se queda estático.



Turno 2

Las tropas del grupo verde han avanzado a la carrera mientras Arcágato y Heracleides se ponen al frente de la caballería y dan instrucciones para que el avance no sea el que se había planeado. Por su parte, las tropas ligeras púnicas que habían ocupado la breña, han cedido terreno al enemigo. Ha habido un ligero intercambio de proyectiles y algunas tropas se han visto desordenadas por el fuego enemigo pero levemente.

En el centro los honderos baleares martillean a los pobres mercenarios italiotas, que se desordenan gravemente. A pesar de ello toda la línea del grupo rojo avanza a buen paso hacia el enemigo en una formación escalonada y avanzando de manera oblicua al enemigo.

Por su parte, el grupo azul también avanza mientras hay un intercambio de proyectiles entre las tropas ligeras de ambos bandos. En dicho intercambio los griegos al servicio de Cartago pierden una unidad de psiloi. Apenas empiezan los primeros compases de la batalla las tropas de Pasifilo empiezan a notar el cansancio acumulado del combate del día anterior y de la marcha desde primeras horas de la mañana.

Comunicaciones de los jugadores

Los jugadores siracusanos intercambiaron estos mensajes

De Agatocles a Arcágato (T2)

"La breña debe ser el primer objetivo para que la caballería esté libre. La tropa ligera debe ser agresiva".


De Arcágato a las tropas (T2)

Que se detengan las tropas a ordenarse y reponerse de los impactos.



De Heracleides a Arcágato (T2)

Me parece genial, parece una estratagema retirarse tan rápido. Pena de la caballería, será mejor que la recuperemos.

Mi primer impulso fue seguir presionando, menos mal.



Por su parte, los cartagineses intercambiaron estos mensajes.

De Xenodicus a Deinocrates (T2)

Deinocrates,

Quizá deberíamos tentar a las tropas enemigas con nuestros psiloi y arqueros para obligarles a cargar. No sé qué te parece.




Turno 3

En la breña las tropas ligeras púnicas han huido definitivamente hacia sus líneas y se han refugiado en su infantería pesada. Ha habido un intercambio de proyectiles en el que una de las unidades de peltastas siracusanos ha continuado sufriendo desgaste y los esfuerzos por reagruparlos han sido infructuosos por lo que su situación empieza a ser algo desesperada. Aunque las tropas ligeras han ocupado la breña y siguen defendiéndola del enemigo, su situación no es favorable.


Los guerreros celtas han entonado el peán al son de los carnyx, signo inequívoco de su entrada en batalla. Su irrupción ha sido violenta, al modo celta, arrasando a una parte de las fuerzas púnicas. Por fortuna una unidad de hostigadores había reforzado la línea cartaginesa, pero han tenido que sacrificarse para evitar pérdidas mayores. El avance oblicuo de la línea de Agatocles ha hecho chocar el extremo de la línea, mientras el resto se aprestan a entrar en combata.



En el otro flanco, ha habido un intercambio de proyectiles entre las tropas hostigadoras de ambos bandos. Como resultado del intercambio huye otra unidad de  psiloi griego, que se refugian tras la infantería pesada. Solo resisten al frente los arqueros. Como resultado del intercambio también huyen los honderos y parte de los psiloi siracusanos que se refugian tras la infantería pesada. Esto ha dañado la cohesión del ejército (y por tanto su iniciativa) al verse mermada seriamente una de las divisiones del ejército.


Comunicaciones de los jugadores

Por su parte, éstos son los mensajes que intercambiaron los jugadores siracusanos:

De Heracleides a Arcágato (T3)

Pues parece que debemos ser agresivos, pero temo un flanqueo de su caballería si nos empeñamos con la infantería pesada.
Tal vez flanquear nosotros antes dejando una parte a la defensiva en la breña.


De Arcágato a Heracleides (T3)

Sí, estoy de acuerdo, aunque sospecho que Agatocles no es (o no era) consciente de que tenemos lanceros delante de nosotros. Pero bueno, tomar el flanco estaba en los planes desde el comienzo. ¡Espero que ceder tropas al lado izquierdo haya valido la pena!
Vamos a intentar reorganizar las tropas antes de emprender otras acciones.


De Heracleides a Arcágato (T3)

Me parece genial reorganizar las tropas ligeras, mejor que agotadas y que se deshagan.
Podemos hacer como los enemigos con la caballería, presionar y causar desorden y si hace falta las retiramos si vienen a coparlas. Una de las unidades de caballería está muy desordenada¿ no? ¿Podemos dejarla reorganizando?

De Arcágato a Heracleides (T3)

Yo entiendo que la bronca que les hemos echado a los jinetes ha servido efecto. Los jinetes griegos ahora están en orden. Lo cual es muy bueno, pues por lo que he podido entender tenemos solos dos grupos: ligeros y caballos.

Está muy timorato el cartaginés en nuestro flanco... Me parece que tienen mucho invertido para lo poco que están haciendo, la verdad.


De Heracleides a Arcágato (T3)

No sé qué quieren en nuestro flanco. Veremos


De Agatocles a Pasifilo (T3)

"Breña tomada, avance en el flanco derecho con éxito. Intenta ganar tiempo en el izquierdo."



Y aquí los mensajes que se intercambiaron los púnicos

De Xenodicus a Deinocrates (T3)

Deinócrates,

Tienen a su tropas del centro ligeramente adelantadas a las de nuestro flanco, creo que es una gran oportunidad para cargar con nuestros hoplitas mientras nuestros peltastas les cubren el lado derecho. Si te parece bien les damos órdenes de cargar mientras los peltastas avanzan para que el enemigo se piense dos veces antes de cargar.

Por otro lado les decimos a los arqueros que se posicionen al lado de la caballería para cubrir cualquier eventualidad.

Si mi plan te parece bueno envío correo a Amílcar indicando nuestras intenciones y damos las órdenes pertinentes a nuestras tropas.

Espero que me digas, si no continuamos con la posición defensiva.


De Deinocrates a Xenodicus (T3)

Con lentitud, pero sigo más o menos activo. La confusión del combate...

No sé si cargar con los hoplitas medio cansados será buena idea, pero adelante, probemos a ver qué sale. Estoy con ellos, así que probablemente no tenga capacidad para dar órdenes en el rato que esté ocupado dando espadazos. Intentaré marcar la diferencia. Tendrás que ocuparte tú de las tropas que siguen en reserva...


De Xenodicus a Amílcar (T3)

"Oportunidad inmejorable de generar hueco en línea enemiga, cargamos con hoplitas."


De Xenodicus a las tropas (T3)

"¡A la carga! ¡Muerte a los usurpadores!"


De Atarbas a Amílcar (T3)

Mi buen amigo: autorízame a atacar a la caballería enemiga cuando lo considere conveniente para ganar el flanco.

La Victoria será nuestra. Tu amigo, Atarbas.



Turno 4

Después de tres turnos evadiendo al enemigo, gracias al desorden de las tropas siracusanas, los cartagineses se hicieron con la iniciativa por primera vez en toda la partida y ya no la perderían a lo largo de toda la batalla. Esto a la postre sería clave para jugar a su favor.

Suenan los cuernos de guerra en toda la línea siracusana cuando las tropas se lanzan contra el enemigo. Esta vez encabezan el ataque guerreros samnitas acompañados por hoplitas griegos, mercenarios de élite curtidos en múltiples batallas al servicio de Agatocles. Han entonado el peán y se lanzan a la batalla mientras las tropas cartaginesas se aprestan a la defensa. En el combate que ya ha comenzado los libios parece que siguen sufriendo frente a los celtas. Por el contrario la suerte les es más propicia al Batallón Sagrado, que ha entrado en combate y lleva la mejor parte del envite. El resto de las tropas de ambos bandos han corrido también suerte dispar algunos venciendo y otros llevando la peor parte.

En el extremo de la línea griega aparece el primer contratiempo y los exiliados siracusanos se han abalanzado sobre sus odiados compatriotas y han detenido el ataque oblicuo. Ahora las tropas de Agatocles se encuentran en el dilema de seguir avanzando o mantener la cohesión de la línea de ataque.


Por otra parte, también ha habido un intercambio de proyectiles en el flanco derecho cartaginés entre las tropas ligeras de ambos bandos pero siguen resistiendo los arqueros, e incluso guardan mayor orden. La caballería mantiene las posiciones y está frente a frente.

En el otro extremo de la linea la caballería siracusana avanza posiciones y se ha colocado a distancia más cercana, por lo que comienzan las escaramuzas entre sus tropas y las del enemigo. Del combate resultante las tropas siracusanas no han salido bien paradas y la caballería cartaginesa ha demostrado su valor frente a los jinetes mercenarios campanos al servicio de los griegos.



Comunicaciones de los jugadores

Éstos son los mensajes que han intercambiado los jugadores siracusanos:


De Arcágato a Heracleides (T4)

A ver, que esto ya es de broma. Nos están claramente retrasando a voluntad. Temo que Agatocles no rompa el frente y todo se vaya al garete.

¿Estamos a distancia de carga? Vamos con todo con la caballería, con nosotros al frente, que Heracleides lleva ya varios turnos que quiere bregarse. Si hace falta que todo el turno sea combatiendo que así sea.

Si no llegamos a combatir, que una orden sea mover con la caballería y la otra decirle a Agatocles "Los jinetes enemigos pese a su superioridad numérica no avanzan. Vamos a enseñarle de qué va esto". Pero si vamos a estar ocupados cortando cabezas... ¡que así sea!

¿Es posible que los peltastas no sean cargados si avanzan? La idea es que se refugien en la breña pero puedan acosar a las tropas enemigas.


De Heracleides a Arcágato (T4)

Por lo que entiendo estamos perdiendo en nuestro flanco. ¿Sería posible concentrar lo que queda de peltastas y caballería para intentar batir a la caballería enemiga?, parecen el peor problema y además alejariamos su peligro de nuestras tropas pesadas.

Coincido que haber mandado tropas al flanco izquierdo ha podido ser nuestro problema.

¿Y quedarnos a la defensiva? Le daríamos la iniciativa a la superior caballería enemiga imagino.

"No queda sino batirse".

Pueden jugar al desgaste al ser más. Por eso mejor atacar con todo en un punto, intentar romper y derrotarlos en cascada si es posible, o al menos quitarles el problema al centro de esta caballería, derrotada o debilitada. Nuestra única oportunidad me temo.


De Arcágato a Heracleides (T4)

Sin duda. Tienen mucha leva cartaginesa delante de ellos y no sé si podrán mariposear. Lo que me choca un poco es que en este flanco no traten de sobrepasarnos. Se han equivocado en el despliegue y es demasiado tarde para cambiar órdenes?

¿El plan es simplemente aguantar el flanco y sobrepasarnos por el centro? De ser así, no sabía yo que la tropa pesada cartaginesa fuese tan buena. ¿O a lo mejor están perdiendo el centro y más les vale aguantar?


De Heracleides a Arcágato (T4)

Sí, hay unas cuantas incógnitas. Yo creía que irían a tope con la caballería


De Arcágato a Agatocles (T4)

"Los jinetes enemigos pese a su superioridad numérica no avanzan. Vamos a enseñarle de qué va esto".


De Pasifilo a Agatocles (T4)

Mensaje recibido, retrasaremos combate el máximo tiempo posible y tendremos actitud defensiva.


De Arcágato a sus tropas antes de la carga (T4)

Los griegos podían gobernar el mundo. Alejandro lo hizo. Llevó un ejército griego hasta el lejano Indo. No había nada más que conquistar; el mundo era suyo. Pero Alejandro está muerto. Su imperio ha desaparecido. Alejandro debe llorar, si los muertos lloran. Lloraré en su lugar, pero también tendré esperanza. El mundo gira; lo que fue puede volver a ser. Las Parcas siguen tejiendo la red de las vidas de los hombres. Así que ahora, tal vez los dioses deseen que los griegos vuelvan a ser grandes. Quizás un nuevo Alejandro tome la espada, ponga orden donde hay caos, rehaga el mundo de los hombres en un lugar mejor... quizás.

Ahora esa tarea nos corresponde a nosotros. Golpead fuerte, golpead sin misericordia. Que Ares guie vuestra mano, compañeros.

Alegraos, hijos de Zeus, tocad al avance, espolead a los caballos...


Mensajes cartagineses

De Amílcar a Atarbas (T4)

"¡Ordena la carga!"



Turno 5


Arcágato y Heracleides han cargado al frente de sus tropas al modo helenístico, emulando al joven Alejandro. Si bien las unidades de jinetes de Cartago y libio fenicios han sufrido su envite, no ha sido así con sus mercenarios italiotas. que han frenado en seco a su caballería griega al responder con una contracarga en su sector del frente. Superados en número el combate no era del todo desfavorable, por lo que Arcágato y Heracleides han pedido a sus hombres un nuevo esfuerzo más para lanzarse contra el enemigo en lo más duro de la refriega. Allí, al fondo, dos mercenarios italiotas han reconocido su armadura y se han lanzado contra ellos. Su carga ha sido fiera y, a pesar de sus guardaespaldas, han sido alcanzados por las lanzas del enemigo y se los llevan del campo de batalla. Su suerte es incierta, pero de poco importa para esta historia por el momento.

El ataque de los exiliados siracusanos sigue prosperando en el extremo de la línea de Agatocles, donde Deinocrates alienta a sus tropas y combate en primera línea. No se quedan ahí las malas noticias para el tirano de Siracusa. Sus mercenarios italiotas se están enfrentando a la élite del ejército púnico, el Batallón Sagrado, y están cerca de la huida si nada lo remedia, cortando tu ataque en dos.  Agatocles se ha aprestado a cabalgar entre las líneas de la infantería mercenaria descompuesta para reorganizarla, Ahora exhortaba a un oficial, ahora reprimía a aquéllos que veía más temerosos y ha logrado restablecer el orden por completo con maestría. Por el contrario,  no ha podido hacer lo mismo con los italiotas por encontrarse más lejos.

Por su parte, el líder cartaginés no ha permanecido ocioso. Su intervención ha sido providencial para restaurar algo el orden de la línea de libiofenicios, que siguen sufriendo mucho frente a los celtas. Por el contrario, allá donde no se encuentra Amílcar parece que las cosas no van tan bien, pues a la derecha de su línea sufren bastante sus mercenarios frente a los hoplitas enemigos.

En el extremo de la línea se mantiene un combate de baja intensidad de escaramuceo.


Comunicaciones de los jugadores

Esto es lo que se comunican entre los personajes:


De Deinocrates a Xenodicus (T5)

Perfecto, creo que de momento habrá que seguir a la defensiva y retrasar todo lo posible el choque del resto de la línea. Yo sigo partiéndome la cara en primera línea, dando ejemplo con mi bravura. A ver si conseguimos reventar a esa escoria sin honor. Por cierto, si se da el caso y se abre hueco no tengo muy claro si podré decidir qué maniobra hacer con los hoplitas, pero si es así procuraré proteger el flanco del resto de mis tropas, que veo que se nos vienen encima unos tipos con escudos rojos con muy malas ideas.

Yo me meto en el fregado a ver si ayudo a solucionar el combate lo más rápido posible. Así quedarán nuestras tropas pesadas libres de encargarse de otras amenazas. Mientras tanto queda Xenócrates al mando de las tropas restantes.


De Xenodicus a Deinocrates (T5)

¡¡¡A sus órdenes, jefe!!!


De Agatocles a Pasifilo (T5)

"Exiliados siracusanos presionan en nuestro flanco izquierdo y algunas unidades han empezado a retroceder. Prepárate para unificar y cubrir la línea".



Turno 6

La muerte de Arcágato y Heracleides, si bien no desata la huida de sus aguerridas tropas, sí las deja en mayor inferioridad frente a los púnicos, que no solo las superan en número sino también en moral. El combate entre la caballería ha sido dispar: mientras que en el combate al extremo de la línea izquierda contra los griegos los mercenarios italiotas están ganando la partida, los ciudadanos cartagineses están sufriendo contra los mercenarios enemigos. Los intentos de Atarbas de restaurar el orden en la línea han sido infructuosos y una de sus unidades está cerca de huir.

En el centro la mayor parte de las unidades están ya en combate. El Batallón Sagrado se está enfrentando a los mercenarios italiotas que cada vez están más cerca del colapso. Agatocles se he desplazado a la zona más caliente del combate para dirigir a los italiotas. Dado que los celtas a su derecha están en buen orden y ganando, pueden transferir algunas tropas de este lado para restaurar el orden de los mercenarios italiotas e impedir la huída al menos por un turno si la fortuna fuera adversa, pero su situación sigue empieza a ser desesperada. Lo mismo ocurre con los exiliados siracusanos, que siguen atacando con fuerza a las levas siracusanas. Además una una unidad de los hoplitas de élite sigue sin entrar en combate para mantener la cohesión de la línea con las levas, pero sería posible abandonar a su suerte a las levas y lanzarlos al combate.

El ataque de los exiliados siracusanos sigue prosperando en el extremo de la línea de Agatocles, justo delante de las tropas de Pasifilo, que aguardan viendo cómo destrozan a sus camaradas. Mientras tanto sus soldados mantienen la formación defensiva e intercambian escaramuzas con el enemigo y alguna de tus tropas se ha desorganizado como resultado de ello.

Por otra parte, también ha habido un intercambio de proyectiles entre las tropas ligeras de ambos bandos pero siguen resistiendo los arqueros, e incluso infligen daño en el enemigo. Los peltastas, por el contrario, están dañando bastante a los hoplitas de Pasifilo.


Comunicaciones de los jugadores

De Pasifilo a Agatocles (T6)

Recibido el mensaje, nos disponemos a cubrir la línea. Posible ataque enemigo cuando maniobremos, intentaremos resistir al máximo.




Turno 7

El combate entre la caballería ha sido dispar, mientras que en el combate contra los griegos los libiofenicios están ganando la partida, los ciudadanos cartagineses están sufriendo contra los mercenarios enemigos. Solo la intervención de los libios ha evitado que huyeran este turno. Además los intentos de Atarbas por restaurar el orden en la línea han funcionado con los libios, no así con los cartagineses, que están cerca de huir.


La situación de los libiofenicios en el centro cartaginés es cada vez más desesperada y puede quebrarse su moral en cualquier momento ante la presión de los celtas. Los intentos de Amílcar por reagruparlos son en vano. Este turno no han huido porque el batallón sagrado ha ido a su rescate y algunos de sus hombres han cubierto los huecos en la línea que éstos han dejado. Esto ha hecho que la situación se estabilice momentáneamente aunque ha costado a los púnicos desorganizar sus líneas. Además la guardia ciudadana de Cartago se está enfrentando a los mercenarios italiotas, que luchan ahora con mayor denuedo al sumarse Agatocles a la refriega. El caudillo griego, al conocer la muerte de sus hijos, ha decidido vengarlos espada en mano. A pesar de seguir llevando la peor parte del combate, les acompañan mercenarios celtas que están ayudando a consolidar su posición.


En el extremo de la línea púnica no le van tan bien las cosas, pues a la derecha de la línea sufren bastante los mercenarios ligures frente a los hoplitas de élite siracusanos. Nuevas tropas frescas se han unido a la refriega y están dañando severamente a los mercenarios cartagineses. Por otra parte, en la izquierda  de la línea de combate se mantiene un escaramuceo continuo con las tropas de la breña que desordena levemente a ambos bandos poco a poco, pero reina más bien la ausencia de actividad.


En el flanco derecho Deinocrates se pone a la cabeza de los exiliados siracusanos para dar la puntilla a las levas recientemente formadas, cuya moral está baja y tambaleante. Reúne a alguno de sus mejores hombres y se apresta a lanzarse contra el enemigo una última vez. No obstante, las tropas de las levas, en una argucia o en un ejercicio de buena fortuna, consiguen cortar a la guardia de Deinocrates del resto de tropas y rodearlo, haciéndolo preso. Enseguida el general griego es arrastrado a las filas enemigas, entre las que se pierde. Esto da nuevos bríos a los siracusanos, que se lanzan contra sus compatriotas con denodado esfuerzo. Otro general que cae en la refriega.




Turno 8

Tras un intercambio prolongado finalmente el combate de caballería se ha decantado del lado cartaginés La huida de los griegos ha hecho huir todo el flanco siracusano, que se bate en retirada. Las tropas púnicas se lanzan a la persecución de los enemigos.


En el centro Amílcar se une al combate, lo que ha logrado que el Batallón Sagrado no pierda el combate, pero cada vez la situación es más apurada. Por el contrario, los celtas han logrado romper a la unidad de libio fenicios frente a ellos y se lanzan ahora sobre el propio Batallón Sagrado. Ahora la línea púnica se encuentra partida en dos. A pesar de la confusión un mensajero le informa de la pérdida de Deinocrates en el flanco derecho.



Se escucha el peán de los griegos, que entran en batalla. En el flanco izquierdo siracusano Pasifilo ordena un ataque sobre los exiliados siracusanos. Éste ha surtido efecto y ha sido sencillo, pues el enemigo se encontraba exhausto y las tropas de Pasifilo han tomado la delantera con facilidad. A pesar de este apoyo, las pérdidas de la leva de hoplitas siracusanos sosteniendo el extremo de la línea de Agatocles han sido demasiado elevadas y han huido, aunque su pérdida no ha sido en vano pues le ha dado ventaja en el combate a las tropas de Pasifilo.


Por otra parte, el ataque de los hoplitas sobre los peltastas del enemigo ha sido un éxito y ha logrado dañarlos severamente. No ha ocurrido lo mismo con la caballería, que se ha llevado la peor parte en sus escaramuzas con el enemigo.

Comunicaciones de los jugadores

Éstos son los mensajes que se intercambiaron


De Pasifilo a Deinocrates (T8)

¿Cuáles son vuestros planes? Habla si quieres conservar la vida


De Xenodicus a sus oficiales (T8)

Amílcar ha pasado de nosotros... ¡¡¡Maldito fenicio-púnico!!!

Yo voy con la caballería, a ver si consigo beberme ese vino en el campamento, que a día de hoy es lo más importante.




Turno 9

La huida de los griegos ha arrastrado a los jinetes italiotas, que se lanzan sobre el enemigo. Por el contrario, los más disciplinados jinetes libiofenicios y cartagineses permanecen con Atarbas, que pasa todo el turno ordenando sus líneas y dando descanso a sus tropas tras la batalla. Entre tanto todo el grupo verde huye del campo de batalla sin ser perseguidos por el enemigo.



En el flanco contrario el ataque de Pasifilo sobre los exiliados siracusanos sigue surtiendo efecto, pues el enemigo se encuentra exhausto y sus tropas han tomado la delantera con facilidad. Las tropas de refresco no han tenido mayor suerte, pero han colaborado a que se puedan centrar los daños en el extremo de la línea enemiga.

El ataque sobre los peltastas del enemigo ha sido un éxito y ha logrado poner a una de las unidades en fuga, pero a cierto coste. No ha ocurrido lo mismo con la caballería siracusana, que se ha llevado la peor parte en sus escaramuzas con el enemigo.

En el centro se dirime lo más duro de la batalla. La intervención de Amílcar  en el combate sigue dando ánimos al Batallón Sagrado, que ha perdido el combate por primera vez. El impulso de los celtas está siendo decisivo y encontrarse en inferioridad numérica. Ahora la línea púnica se encuentra partida en dos y eso los debilita frente al enemigo.




Comunicaciones de los jugadores

Entre tanto, los jugadores se han intercambiado los siguientes mensajes:


De un oficial siracusano a Agatocles (T9)

General, hemos capturado al general enemigo Deinocrates y está bajo custodia de Pasifilo.


De Deinocrates a Pasifilo (T9)

El plan cartaginés es enviar un cuerpo de caballería por la izquierda dando un gran rodeo y pillaros por la espalda, cuerpo que debe de estar al llegar. Mi cuerpo tenía el objetivo de flanquear por el otro lado y rodearos.


De Amílcar a Tanit (T9)

¡Oh Tanit, oh Hermosa, oh Temible, preciso tu ayuda en este momento de agonía! Bien sabes que hice cuanto pude, mas quienes valían menos que yo han fracasado. Asísteme ahora, o acógeme en tu seno y protege a mis hijos cuando mis pies ya no pisen esta tierra.




Turno 10

Este turno en el flanco izquierdo Atarbas continuó ordenando sus líneas y organizando a sus jinetes. Ya se han reagrupado los jinetes africanos y regresan hacia sus líneas los mercenarios italiotas, tras detener la persecución.

En el centro continúa el combate entre infanterías. Allí se enfrentan cara a cara Agatocles y Amílcar, el primero respaldando a sus maltrechos mercenarios italiotas, el segundo a la cabeza de los ciudadanos de Cartago.

En el extremo derecho de la línea los hoplitas de élite han dado cuenta de los mercenarios ligures, abriendo una brecha entre el centro y el flanco derecho cartaginés, cercando cada vez más a las tropas cartaginesas, que están a punto de colapsar también. Ambas líneas están al límite y los líderes de los dos ejércitos se empeñan al máximo para mantener lo que queda de sus líneas de batalla.

Por su parte, las tropas de Pasifilo continúan su avance victorioso y ha terminado de dar cuenta de los peltastas y ahora avanza hacia la caballería siracusana exiliada, que tiene la amenaza de los hoplitas y de los montados griegos.

Así es como han quedado las tropas al final del turno 10.



Turno 11 (final)

Estamos en la undécima hora del tercer día del mes de Hekatombaion, conocido como el de la estrella de Sirio, el Perro, con un sol abrasador en la costa siciliana.  He ahí la expresión "tener un día de perros". Sólo la ligera brisa marina sirve de algo de consuelo a los combatientes, que ya notan las horas de combate prolongado. La batalla, no obstante, se encuentra en un impasse, aún sin decantarse definitivamente por uno de los dos bandos.



Las tropas de Atarbas finalmente dan la orden de ataque y comienzan a colocarse en posición para rodear al centro griego. En el flanco opuesto los hoplitas, libres de sus enemigos, avanzan contra la caballería enemiga a la que buscan cercar por todas partes. Al frente de la caballería está Xenodicus, presto para este enfrentamiento final.



Por sectores así estaba cada una de los flancos y el centro.





Aquí hay varios puntos calientes importantes para la batalla. En primer lugar, en función de quién gane la iniciativa los combates pueden favorecer a uno u otro. El ejército siracusano comenzó con la iniciativa, pero a lo largo de la batalla su estructura de mando se ha ido deteriorando más y ahora está a la par del cartaginés. Desde que los cartagineses ganaran la iniciativa en la batalla no la han perdido, lo cual les ha beneficiado en el orden de los combates. Este turno los griegos tenían iniciativa 1 y los cartagineses 2. El resultado de los dados ha sido un reflejo de gran parte de las tiradas de la batalla. Los griegos sacan un 3 y los cartagineses un 2. Empate a cuatro y, ante el empate, Cartago mantiene la iniciativa. Esto resultó relevante de cara a la victoria.

Con respecto a los combates, el combate principal se decide en el centro. Ahí lucha el Batallón Sagrado de Cartago con su general al frente, Amílcar Giscón. Lleva aguantando todo el centro cartaginés desde el comienzo de la batalla y sus tropas están literalmente exhaustas pero con la moral alta. Aquí vemos a Amílcar liderando a los púnicos mientras se encomienda a Tanit.

Frente a él está Agatocles, rodeado por su guardia real y combatiendo codo con codo con los mercenarios italiotas, que han empezado a ganar terreno frente a los cartagineses tras sufrir derrota tras derrota hasta la llegada de la inspiración de su general. Aquí vemos a Agatocles alentando a sus hombres.

El siguiente punto de resolución importante es el flanco derecho púnico, donde las fuerzas de Pasifilo están a punto de poner en fuga a los siracusanos exiliados. Pero si los griegos aliados a los púnicos pueden aguantar un poco más, quizá le den tiempo suficiente a la caballería cartaginesa para llegar a su auxilio.


Porque la verdadera amenaza para los griegos está a su espalda. Tras hacer huir a la caballería griega, los púnicos han comenzado a tomar la espalda al ejército siracusano. ¿Llegarán a tiempo o será solo para poder salvaguardar la huida de su ejército?



Hay cuatro unidades púnicas a punto de huir, mientras que los griegos tienen tres unidades a punto de colapsar y una cuarta un poco mejor pero también en riesgo. Todo depende del azar. Si los cartagineses logran sobrevivir a este turno, ganan la partida. Para ello Amílcar tiene que salir vivo del combate al que se enfrenta. Por el contrario, los siracusanos necesitan vencer en más de un punto de la línea y que Agatocles no siga el aciago destino de sus hijos.


La resolución

En el flanco izquierdo cartaginés, Atarbas apremiaba a sus soldados para exprimir a sus exhaustas monturas para llegar a tiempo del rescate de las tropas de Amílcar. Se coloca al frente de sus soldados antes de ordenar la carga y grita: ¡Qué Tanit nos guíe a la Victoria!

En el extremo opuesto de la batalla Pasifilo dispone a todas las tropas y decide jugárselo el todo por el todo, liderando el último ataque frente a la resistencia enemiga. Suenan los cuernos de guerra y se da la orden de avance general con todas las reservas frente a los maltrechos exiliados griegos. Su ataque contra la caballería enemiga no resulta resolutiva y las tropas de Xenodicus se resisten, mostrando que los jinetes de alta cuna siracusano tienen merecido su renombre por algún motivo. La caballería siracusana que ha enrolado Agatocles no llega a hacer sombra a los nobles a los que han usurpado sus hogares y sus haciendas. Tienen que llegar los hoplitas en el rescate de la caballería y poner en su sitio a los nobles exiliados. La batalla la decidirán los hoplitas.

Pasifilo en persona se enfunda un escudo de hoplita y se une a sus hombres para involucrarse en lo más crudo del combate, cuando parece que la moral de sus tropas desfallece más. Su intervención resulta providencial y los ciudadanos siracusanos emulan a su general para terminar de vencer la moral de los ciudadanos de Akragas, que huyen del terreno. Al lado de Pasifilo combaten los mercenarios italiotas, que, a su vez, emulan a sus camaradas y empleadores griegos. Los exiliados siracusanos de a pie, exhaustos y sin aliento, ya no son rival para ellos y se unen en su huida hacia el campamento cartaginés. Temían una persecución acalorada, pero, por fortuna para ellos, su caballería les guarda las espaldas en la retirada.


El lance final

A pesar de la huida de sus aliados griegos, los cartagineses aún conservan su espíritu, enaltecidos por su general y la esperanza de ayuda de manos de sus jinetes, que ya tocan sus cuernos de batalla. En el extremo de la línea el combate no pinta favorable para los púnicos. Los mercenarios de élite de Agatocles demuestran su condición frente a las tropas contratadas por Cartago, que comienzan a pensar que la paga no vale el castigo recibido y salen corriendo. Los mercenarios púnicos, situados más hacia el centro, por el contrario, aguantan firmes en su sitio, cubriendo el único flanco no expuesto del Batallón Sagrado. Al final la batalla la decidirá la lucha entre las dos unidades con sus generales a la cabeza.

Agatocles alienta a los suyos y encabeza el ataque hacia el Batallón Sagrado, mientras que Amílcar centra sus esfuerzos en derrotar a los celtas que amenazan su flanco. La pericia en la guerra de Agatocles es de todos bien conocida y hace gala de sus décadas como soldado para golpear al enemigo donde más le duele. Lleva a sus tropas a profundizar mucho en las filas púnicas, que se resienten severamente del ataque del siracusano. Mientras tanto, el ataque de Amílcar también alcanza a los exhaustos celtas, que llevan sosteniendo lo más pesado del combate contra el Batallón Sagrado desde hace tiempo ya.

El movimiento de Agatocles incluso llega a cortar a la avanzadilla de Amílcar, que se ve rodeado por los mercenarios italiotas y en una situación desesperada. Amílcar está rodeado por el enemigo y parecería condenado a sufrir el mismo destino que Deinocrates. Pero el ataque de Agatocles llega tarde pues los celtas ya han sufrido enormemente y, ante la visión de la caballería cartaginesa acercándose, deciden que ya ha sido suficiente por hoy y salen corriendo del campo de batalla. La huida de los celtas pilla desprevenido a Agatocles, que debe abandonar su presa a punto de cobrarla, la cabeza del general cartaginés. En ese momento otras unidades a su alrededor comenzan también a desintegrarse, ante lo cual Agatocles dispone una retirada del resto de unidades cubiertos por sus mercenarios y las tropas victoriosas de Pasifilo.


Amílcar se repone, acorralado como estaba, y finalmente se pone en pie y con una voz bronca exclama:

¡¡Victoria, victoria!! ¡¡Por Tanit y por todos los dioses!! ¡¡Los perros huyen!! ¡¡Degolladlos!!


Resultado final

Al final del día los cartagineses pueden reclamar el terreno y erigir un trofeo en honor de los caídos, pero Agatocles sigue vivo y es aún una amenaza para los planes cartagineses en la isla. A pesar de la persecución de la caballería cartaginesa, la acción de los jinetes siracusanos ralentiza sus acciones y una parte del ejército vive para sobrevivir a la batalla aunque severamente diezmado.

En el campamento siracusano aún se teme por la vida de Arcágato y Heracleides, gravemente heridos en la contienda, cuyo futuro es incierto y deberá ser tratado por los mejores cirujanos de Siracusa, si sobreviven para llegar hasta ellos. Por su parte, al unirse a la contienda, Pasifilo perdió de vista al rehén Deinocrates, que aprovechó el caos reinante para escabullirse y volver a su campamento. Cómo lo logró corresponderá narrarlo a otro cronista.

Y con esto damos por finalizada esta experiencia y esta batalla. Para el que tenga curiosidad, todo se ha resuelto en muy pocas tiradas. La victoria de Cartago en la iniciativa le permitió determinar el orden de los combates, lo que significó que primero se resolvió el combate contra los celtas, que le fue favorable y a la postre desató la huida en cascada de toda la línea siracusana y de ahí la victoria. Ha habido otra tirada muy relevante, la del resultado de los mercenarios al lado del Batallón Sagrado. Ambas han contribuido a la victoria pero Siracusa hubiera necesitado ganar las dos para ganar la batalla.

A efectos de lo cerca que estuvo la desmoralización, el grupo verde y rojo siracusanos y el flanco derecho cartaginés llegaron a su punto de desmoralización. El mando cartaginés perdió 4,5 puntos de los 5 necesarios para desmoralizarse. El mando de Pasifilo perdió 1,5 de los 3 puntos de desmoralización. El único mando que no sufrió daños fue el flanco izquierdo a mando de Atarbas. En general ha sido una batalla muy reñida y realmente podría haber ganado cualquiera de los dos bandos. 

2 comentarios:

José Manuel dijo...

Fue una experiencia única. De nuevo, mil gracias por hacerla posible...

Óliver dijo...

Gracias a ti, José Manuel, por poner todo de tu parte por hacerla aún mejor. Además, tras un descanso, seguro que la repetiremos para que no sea tan única ;-)