26 de enero de 2019

Informe de batalla con Armati

El ejército púnico avanza en escalón mientras que el romano adelanta el centro mientras mantiene en reserva a los triarios, algo más alejados de la línea de batalla




En el flanco izquierdo puede verse el movimiento envolvente de la caballería cartaginesa, con los númidas que rodean la posición romana y la superan


Los hostigadores púnicos se enfrentan a los velites romanos mientras avanzan las dos primeras líneas romanas. En la izquierda hay otro enfrentamiento de hostigadores, entre honderos baleares sirviendo a distintos pagadores.


Viéndose sobrepasada, la caballería romana opta por la valentía (o la temeridad) yse arroja sobre la caballería gala. Los galos vencen el embite y esperan los refuerzos de los hispanos, que cargan por el flanco

Los velites se quitan de la primera fila mientras las dos líneas romanas se agrupan y preparan para el asalto. En el flanco izqueirdo los velites disparan y preparan el asalto de los legionarios


La caballería gala e hispana de los cartagineses ha eliminado a la caballería romana. Los honderos, superiores en número, han eliminado a sus contrapartes contratados por los romanos. El ejército cartaginés avanza en escalón. Los triarios se mantienen en la reservan e intentan cerrar el hueco que se abre en el flanco romano


Los velites disparan con una puntería muy certera y desordenan parte de la línea cartaginesa. La caballería aliada italiana avanza con decisión para amenazar el flanco derecho cartaginés ante el hostigamiento de los númidas


Los elefantes completan pesadamente el movimiento de envoltura del flanco, con mayor lentitud del que desearía la línea cartaginesa, que pierde en todo el frente. La caballería descansa para preprarse para el asalto


En el flanco opuesto, los númidas comienzan a sobrepasar a la formación de triarios.


Los elefantes completan su movimiento de envolvimiento mientras la caballería, ya descansada y reorganizada, sigue colocándoles en posición y se prepara para continuar el ataque. Los romanos en el centro deciden jugarse el todo por el todo con un asalto frontal a la línea cartaginesa. ¿Podrá el yunque aguantar lo suficiente antes de que llegue el martillo?



Los elefantes se lanzan finalmente contra los flancos descubiertos de la formación romana. La primera unidad de príncipes alcanzada es barrida por los elefantes. Entretanto la línea cartaginesa empieza a tambalear. Ha caído ya una unidad de galos y otra está cercana a caer bajo el empuje romano y terminar de abrir el centro púnico.


En el flanco derecho una unidad de galos aguanta como puede el envite de los socii itálicos. La caballería númida decide lanzarse a la refriega al centro mientras la caballería púnica contemporiza con los triarios.


Situación al final de la partida





Pensamientos finales

Cuanto más pruebo el reglamento más posibilidades le veo para jugar con exactamente la misma lista pero probar configuraciones alternativas. El único elemento que no termino de ver es el uso de los elefantes, que no compensa usarlos de manera histórica. Me sentí tentado a ponerlos en primera línea y lanzarlos contra la línea romana, pero siendo una unidad clave, eso hubiera dejado a mi línea muy tocada por una jugada que era un tanto suicida. Que si sale bien dejas a la primera línea romana casi exhausta y quizá con alguna brecha. Este fallo es común a todos los juegos y habría que abordarlo de una manera distinta.

El siguiente problema que le veo es a la línea de refresco. El juego carece de flexibilidad para dividir la línea y mandar tropas de refresco para cubrir los huecos. En la práctica hace más difícil representar bien el juego en varias líneas de los romanos y a la postre fomenta despliegues que no son históricos. 

Por otra parte la caballería es demasiado fácil de controlar. Apenas hay persecución y eso da un control muchísimo mayor al jugador del que históricamente se guarda registro. La caballería siempre tuvo un comportamiento mucho más de "estampida", tanto en la ofensiva como en la huida. Esto hace que la huida de, en principio, unos pocos jinetes, haga que toda la caballería de Labieno acabe fuera del campo de batalla. Ciertamente las tácticas de finta, con huidas fingidas eran muy difíciles y pocos pueblos podían practarlas bien. Eso sí, en esta partida tampoco su efecto fue tan grande, pues la caballería limpió el flanco para que fueran los elefantes los que explotaran el hueco. Es más, en Armati siento que la movilidad de la caballería, sobre todo en el giro, es menor de lo que debería ser. En general me gustan las limitaciones el movimiento, pero encuentro que algunas unidades en concreto están demasiado limitadas por la geometría del juego.

Empiezo a ver que en este juego suele compensar una unidad que rompe el frente y una segunda unidad que la sigue en retaguardia de la anterior y que es la que explota el hueco abierto. A diferencia de otros juegos más móviles, aquí se trata de abrir brecha y, una vez se hace, tapar los huecos es muy complicado. El jugador tiene que estar continuamente calculando la temporización. Así, si tu flanco en avance se mueve demasiado, puede ocurrirte que el que exponga un flanco sea el propio atacante y que la caballería no tenga tiempo de volver. Hay que saber en qué medida puede uno avanzar el yunque para que llegue el martillo. Pero si se avanza demasiado el yunque y el rival tiene otro yunque más potente, corres el riesgo de que tu centro quede aniquilado antes de que llegue tu flanco victorioso.

 Otra cosa que creo que he empezado a manejar mejor es el uso de la caballería ligera. Todavía no sé cómo hostigar al enemigo de manera adecuada para ser un incordio, quizá porque me falta empaparme las reglas de movimiento, pero el efecto de los númidas no termino de ver que se pueda lograr. Aún así, también me gusta que la caballería ligera no sea todo podesora e inalcanzable. Eso ofrece al juego otros encantos.

Por tanto, en general estoy muy contento con cómo se presentan los retos tácticos al jugador. Evidentemente es un juego que tiene fallos. Creo que el despliegue a ciegas es poco realista y convendría retocarlo un poco para darle mayor realismo. Algunas cosas requieren refinamiento para que el funcionamiento sea más histórico. Pero en resumen no he conocido otro reglamento que me ponga a nivel gran táctico ante los desafíos a los que se veía sometido un general cartaginés o romano. Cuando ves avanzar a las legiones con su factor de 7, ante las que sólo puedes oponer factores de 5 ó 6, sólo piensas una y otra vez, "que lleguen los elefantes, que lleguen pronto". Idem para la caballería.

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