23 de agosto de 2010

Cómo pintar nuestros moldes de escayola (II)

Bueno, vamos con la tercera parte de este tutorial, el pintado del bunker (al menos lo básico). Lo bueno de esta fase es que cada cual puede detenerse dependiendo de cuán detallado desea que quede. Así, con el primer rociado de spray podría bastar, aunque intentaré llegar hasta más detalles, poco a poco.

En primer lugar nos hacemos con un spray para imprimar el modelo. En mi caso le he dado primero una capa de spray blanco para proteger la escayola y no alterar el proceso, aunque algunos preferirán empezar con negro. El problema del negro es que llevará un poco más de tiempo subir tonos, pero está bien. Después en el chino me he comprado este spray por 2€. Lo he comprado por barato, aunque veréis los problemas que me ha dado. Por 10€ venden botes de spray decentes con colores mate en las tiendas de modelismo.



El problema es que este spray es un esmalte satinado (lo cual sólo lei después de haberlo aplicado sobre ambos modelos) y no me valía. Ya pensé que la había pifiado pero bien. Para muestra, pues un par de imágenes.


Brilla más que la calva de Agustino Romero...

... y eso que algunos piensan que se echaba cera...

... pero a estas alturas tampoco iba a tirarlos.

Así que me puse a pensar qué hacer. Otra propiedad del esmalte satinado es que suele proteger muy bien del agua, lo cual es una virtud para ciertas cosas, pero para nuestro propósito un desastre. La mejor opción era echarle sucesivos lavados de tinta negra un poco más espesa de lo habitual para crear una película que matara el brillo y propiciara más adherencia en las sucesivas capas de pintura.




Si seguís el tutorial al pie de la letra, a estas alturas pensaréis que mejor empezar de nuevo. No os preocupéis, que tiene solución. Si pintáis algún detalle ahora con pintura menos diluida, veréis que se fija mejor. A partir de ahora, simplemente se sacan con paciencia capa base un poco aclarada del original, dejando las luces profundas generadas por la tinta negra. Posteriormente vais sacando más y más luces.



Yo lo he hecho con aerógrafo porque consigue mejor difuminado. A pincel el resultado será parecido si usáis pintura bastante diluida, como 1 a 1 (ó 3 de pintura por 2 de agua), que es la proporción aproximada que uso en el aerógrafo. Si vais dando sucesivas capas poco a poco, al principio parecerá que apenas se pinta. Ésta es la idea, para conseguir una gradación más suave.


De esta manera conseguimos estos resultados tras acabar el pintado.


Ahora empieza la fase de empezar a pintar los detalles y ensuciar, que es donde me encuentro ahora. Parte del ensuciado ya se habrá logrado con la tinta negra, pero ahora se trata de añadir desconchones, óxido y otros detalles. En cuanto estén listos, mostraremos más.


Algunos se preguntarán por qué no he usado pintura texturizada. El problema a esta escala es que un texturizado recalca más de lo que debería hacerlo a escala real. A mi juicio queda bien en elementos cuyo acabado se pretende irregular e imperfecto, pero usando escayola ya podemos conseguir dichas imperfecciones de forma más natural. En cualquier caso, es más una cuestión de gustos.


El bunker ya tiene los colores básicos y sus luces, así como otros elementos de la decoración como son las planchas metálicas o los cables. El primer paso será sombrear con tinta negra muy diluida todos los rincones donde se acumularía la suciedad y que, en general, acumularían menos luz.


A continuación se trata de darle todos esos detalles y toques que le hacen parecer más vivos. En mi caso me he descargado de lostpedia.com las señales de la iniciativa Dharma y he decorado las paredes del muro con ellos. Es importante colocarlos en este momento pues son elementos que deberían ser sometidos al envejecido y oxidado para que no queden demasiado relucientes en el modelo. también he incluido algún cartel de los que se pueden encontrar en la web de topo.


El siguiente paso, una vez colocados los paneles, es proceder al oxidado. Para ello haremos primero una mezcla de amarillo y rojo (con más carga de rojo) para obtener un naranja más bien rojizo. Con él, a pincel seco, damos ligeros toques a los elementos profundos que estén en contacto con el metal y formarían óxido. Posteriormente, aclaramos dicha mezcla con más amarillo y hacemos otro pincel seco, sobre las partes previamente coloreadas, frotando ligeramente por los lugares prominentes. Pueden hacerse varias capas, a gusto del consumidor y según veáis como está quedando.



El siguiente paso es el desgaste y envejecido de la base en los lugares por los que correría el agua en caso de lluvia. Efectivamente, los dueños de este bunker no son muy limpios. La primera aplicación se hace a pincel, y en parte recorre alguna de las partes que previamente habíamos sombreado, pero centrándonos en la parte inferior. Después de la primera aplicación de la tinta con colores marrón y verde oliva (Andrea) oscurecidos con negro, viene la fase de la esponja.



Con una esponja de blister, humedecemos en la pintura (recuerdo que dicha pintura está bastante liquida, para formar una ligera película, como una tinta) y secamos en un trozo de papel. Posteriormente con una esquina vamos aplicando la pintura fresca y con otras esquinas o los dedos vamos limpiando para crear un difuminado. Esta fase se puede pintar al agua, es decir, aplicar capa sobre capa mientras los colores estén húmedos para que las transiciones sean más suaves.


Después de aplicar una capa con tono intermedio y otra seguida y fresca un poco más oscura, finalmente apliqué una capa con la mezcla de marrón y verde oliva junto con un poco de blanco para trazar una línea fina. Si el color se hace muy presente, limpiad con los dedos y se difuminará sobre los anteriores. Repito: la pintura debe estar muy diluida. Con lo que llegamos a este momento con estos juegos de ensuciado.




Esto nos lleva a la puerta. Si recordáis, todavía la tenemos en el mismo color que el resto del bunker. Ahora procedemos a darle capas de gris cielo Vallejo, capas muy diluidas hasta aclarar el tono general. Cuando tenemos un todo general más claro que el resto, mezclamos el gris cielo con blanco y agua en varios tonos y pintamos al fresco otra vez.





(El verde de la foto muestra los restos de secar la esponja en el cartón.) Con los colores así mezclados damos capas sucesivamente con mayor mezcla de blanco y siempre con la pintura fresca. Al pintar con pintura diluida, la siguiente capa se encontrará con pintura que aún sigue fresca y no ha empezado a "hacer grumos". Es importante que evitéis que se generen rugosidades con el pintado. Si al pintar veis que arrastráis pintura, dejad secar del todo.


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