15 de abril de 2010

Cómo hacer bunkers con escayola (I)


Bueno, pues ahora me lanzo con un pequeño tutorial sobre cómo producir bunkers en serie (y también en serio, aunque no lo parezca por los materiales). Lo primero que tenemos que hacer es coger un carrito de la compra e irnos al Día, Ahorra Más, Carrefour y otro. Ésta es nuestra lista de la compra:

- Una docena de huevos en caja de plástico
- 400 gr. de carne picada, la Roller viene en caja de plástico adecuada para nuestro propósito
- Y ya puestos, pues una cebolla, zanahorias, leche, un poco de soja, vino balnco y pan de molde para hacer unas albóndigas (porque tampoco es plan tirar a la basura la carne y los huevos, como están las cosas hoy en día). Cómo hacer las albóndigas lo dejo a petición popular para otro nuevo post.


- También compramos un kilo de escayola. En las tiendas de todo a cien de los chinos las he visto por 2 o 3€ el kilo, pero estoy seguro de que se puede encontrar más barata en otros sitios (¿alguien sabe?).


1) Bueno, después de tener el estómago lleno con las albóndigas, limpiamos los contenedores de los huevos y la carne con jabón. En el caso de los huevos, he decidido cortar una parte y pegarlo a la inversa rellenando con masilla cuando correspondía. El objetivo es que sea impermeable (por cierto, la masilla es perfecta para eso pues los fontaneros suelen usarla para tapar grietas en tuberías).


2) Como esto es sólo nuestra primera vez con moldes, pues vamos a hacer algo sencillito. Procedemos a llenar nuestro molde con la escayola.


Aquí tenemos la pieza con la escayola. Hemos colocado algo dentro para ahorrar en escayola y hacer que sea más ligera. Esto va a gusto del consumidor. Cuando incluyáis algo dentro, procurad que sea plástico o cualquier otro material flexible. Esta caja de metal no lo era y al final tuve que romper la pieza para recuperarla pues no me di cuenta de que tenía un pequeño saliente en la parte inferior que se quedó trabado en la pieza. En fin, rompiendo es como se aprende.

3) La escayola tarda una media hora en fraguar, así que, en teoría, desde entonces ya podríais desmoldear. En la práctica, yo prefiero esperar una nochecita para desmoldear. Hay que dejar secar la pieza durante al menos una semana para trabajar con ella, quizá más si el ambiente es húmedo. Al tocar la pieza se puede comprobar esta humedad. Durante este tiempo la escayola es más maleable, pero también más propensa a accidentes



4) Nos ayudamos de una cuchilla de modelismo para repasar los bordes y soltar la pieza del molde. La escayola no se pega nunca al plástico. Si moldeais algo complicado, sí que podéis tener problemas por que no haya forma posible de que salga.


5) Y aquí está nuestra pieza lista para el proceso de escultura (si queremos). Esto lo dejo para un post más adelante, cuando lo haga.


Antes de empezar a esculpir, tenemos que arreglar las deficiencias del moldeado.



A veces en la escayola se crean pequeñas burbujas de aire que luego son más que visibles al desmoldear. El siguiente paso es tapar todos estos agujeros y darle uniformidad a la pieza.

6) En el caso de usar una huevera, las posibilidades de texturas se amplían, pero el plástico es tan poco resistente que es probable que haya que destruirlo para liberar la pieza.




Bueno, en este momento tenemos ya nuestro bunker plano, sin esos detalles que le dan la forma característica. Empecemos con ellos. En primer lugar, aquí os pongo una lista de las herramientas que usaremos:
- Pincel, para limpiar el polvo de escayola que vayamos desprendiendo
- Destornillador, para acelerar el esculpido del hueco de la puerta.
- Cuchillas de modelismo, para tallar y para delimitar los contornos de lo que hay que extraer.
- Taladro manual, para hacer agujeros en la escayola y anclar mejor las piezas.



Ahora, en este paso, tendremos que arreglar todas las imperfecciones que hayan salido del molde, como agujeros, fallo de captura de detalle, etc. Para ello usaremos Aguaplast. Éste es el mío, comprado en el Leroy Merlin.



Sé que puedo sonar exagerado, pero al tallar se va a levantar mucho polvo y saltarán algunas esquirlas y polvillo. Si podéis, poneos algunas gafas de seguridad y trabajad en un lugar bien ventilado (pero ojo, sin corriente, que se va a levantar mucho polvo, de veras). Si podéis, trabajad en períodos cortos y parad de vez en cuando, pues de veras que se nota cómo se mete ese polvillo por los pulmones.

Empezamos con el tallado del hueco de la puerta. Para ello primero delimitamos los bordes con las cuchillas de modelismo (para saber qué sobra, básicamente). Posteriormente introducimos el destornillador y le vamos dando golpes en la culata para ir arrastrando la escayola y formar el hueco. En nuestro siguiente tutorial sobre moldes veremos cómo ahorrarnos esto previendo una puerta en el molde. Es más complicado pero se ahorra trabajo del desagradable.




Como veis, éste es el resultado de la puerta tras haber escavado el agujero. El objetivo es que dé sensación de profundidad, que se entra. Este paso era innecesario si os conformáis con tallar la puerta en una de las formas que ya daban algo el pego de puertas. Lo bueno de este molde es que permite hacer muchos tipos de bunker con distintas formas. Por ejemplo, podemos cortar la parte de arriba y tenemos algo totalmente diferente. Sigamos.





Después de arreglar los agujeros (y esto queda a gusto del consumidor, pues las imperfecciones proporcionan relieves que dan más realismo) y terminar el hueco de la puerta, empezamos poniendo detalles como estos tubitos que conectan con las formas de nuestra pieza. En este caso se tratan de canalizaciones de cables que conectan con las misteriosas formas del techo. Como la escayola se talla muy bien, hacemos agujeros con una cuchilla o taladro manual. Luego cubrimos las esquinas con aguaplast para integrar mejor el conjunto.





Ahora seguimos con otros detalles, como unas escaleras hechas con grapas.


Finalmente ponemos más detalles como una caja de control o de fusibles o lo que imaginemos (¿una trampilla?) y la puerta. Ahora queda a la imaginación cómo darle más detalles.


En cuanto acabemos pasaremos al siguiente paso, que es la imprimación. Como ya habréis averiguado en este paso, la escayola se deteriora con facilidad, propiedad que es buena para el tallado y muy mala para el conservado. Con la capa de pintura la protegeremos de golpes.

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