12 de septiembre de 2022

Batalla del arroyo Abolus (desarrollo)

Turno 1

La batalla comenzó con la tirada de iniciativa. En este caso, como en la mayor parte de la partida, ganó la iniciativa Mamercurs. Así comenzó el movimiento de las dos líneas, la una hacia la otra. Mientras los griegos, arriba en la imagen, planean un asalto frontal para hacer valer su superioridad en calidad en tropas de infantería, los cartagineses plantean un avance en escalón, para procurar que sus tropas más débiles no entren en combate antes de que la batalla se haya podido resolver en su flanco de ataque. En consecuencia, el avance de su línea de infantería es muy ligero, salvo en el extremo de la línea para cubrir el avance de la caballería. La caballería libia, por su parte, avanza sólo tímidamente para cubrir el movimiento envolvente dela caballería ligera númida, quedando a la espera por si tiene que actuar. De esa manera busca tener en posición el flanco para luego hacer un ataque conjunto o, al menos, que los númidas puedan llegar al combate antes de que éste se haya resuelto. Por tanto, no desata el combate desde el primer turno sino que el avance es más cauto. Aquí abajo podemos ver los movimientos en rojo de Timoleón y en morado de Mamercus.

Como resultado de los movimientos vemos que en el flanco izquierdo Timoleón avanza con la caballería, mientras que redespliega a los peltastas hacia el extremo de su flanco para cubrir a sus jinetes del movimiento envolvente de la caballería númida. Por lo demás el resto de la línea avanza por todo el frente, aunque en el caso de Mamercus éste avance es moderado y en escalón para guardar su flanco más débil. Ésta es la posición al terminar los movimientos del turno 1.


Turno 2

Tras un intercambio de disparos poco conclusivo por parte de los hostigadores, que sólo logran desordenar a los infantes hispanos, el turno 2 comienza con la carga de la caballería en el flanco izquierdo griego. Los peltastas griegos continúan pivotando para intentar proteger el flanco y la retaguardias expuestas de sus jinetes griegos, por unos númidas que están ya en posición, pero deben maniobrar para colocarse en posición de carga. En el resto de la batalla las líneas siguen avanzando la una hacia la otra, aunque el cartaginés ha decidido detener a sus infantes libios y abrir espacio entre la línea defensiva, que se mantiene estática, y el extremo derecho de su línea, que avanza ligeramente. Mamercus se acerca a sus hispanos para intentar yar reorganizarlos de cara al encuentro entre infanterías. 


El combate más encarnizado se produce entre las dos caballerías. Los jinetes púnicos ganan el primer envite e infligen el primer desorden a los jinetes griegos.


Aquí tenemos el resultado al final del turno 2.


Turnos 3 y 4

El relato de los turnos 3 y 4 lo haremos conjunto pues no hay fotos del turno 3. Los movimientos siguen la misma tónica de los turnos anteriores, con los griegos avanzando en el centro y el bando púnico intentando vencer en su flanco derecho.

En el flanco derecho la caballería griega devuelve esta vez el golpe a la púnica y le inflige un punto de ruptura por lo que las cosas se igualan. Los peltastas continúan maniobrando para defender la retaguardia de la caballería mientras que la caballería númida ya está en posición de carga, al igual que los peltastas griegos del bando púnico. 

En el turno siguiente, el 4, los acontecimientos se precipitan. El disparo concentrado de honderos y psiloi por el flanco elimina una de las unidades de peltastas. A pesar de esto, la posición que ocupan les sigue permitiendo guardar la retaguardia de la caballería. Por su parte los peltastas griegos aliados a los púnicos se unen a la refriega contra la caballería griega, que ahora está superada en número. 

En el flanco izquierdo las cosas son bien distintas. Los griegos comienzan a retirar sus psiloi del frente y la caballería toma su lugar. Después de esta acción preparatoria, finalmente los jinetes cargan en el turno 4 y se llevan la mejor parte del combate pero luego sufren otros reveses.

En el centro tras un turno de avance por fin se encuentran las infanterías pesadas. Debido al despliegue de los púnicos, no obstante, no hay un contacto entre toda la línea y los primeros en luchar son los aliados griegos, las tropas más veteranas entre los cartagineses. Además en su avance los griegos no han cubierto toda la línea, de manera que una unidad cartaginesa puede aprovechar el hueco para iniciar el flanqueo. Mamercus no desaprovecha la ocasión y empieza a penetrar en el hueco que ha dejado Timoleón. Al querer defender la retaguardia de su caballería el flanco de su falange ha quedado expuesto sin combatir. 

En los combates la suerte es dispar: mientras favorece a los púnicos veteranos los hispanos sufren terriblemente pues se tienen que enfrentar a los veteranos liderados por Timoleón.  Aquí vino la jugada tonta de la partida. Mamercus, que había estado intentando reagrupar a los hispanos del desorden sufrido por los disparos, olvidó que en Armati basta con estar junto a una unidad que entra en combate para considerarse combatiendo. Así se vio arrastrado al combate muy a su pesar pues planeaba hacer la última resistencia junto a los soldados libios. Encima se vio frente a los corintios comandados por Timoleón, una apisonadora. 

Éste es el resultado al final del turno 4.


Turno 5

El avance de la unidad de hoplitas creó una nueva unidad para los cartagineses pero supone una ruptura en la estructura de mando, lo cual le llevó a perder puntos de iniciativa. Consecuentemente, en la tirada de iniciativa ganaron los griegos.

En el flanco derecho la unidad de caballería griega, superada en número, fue finalmente derrotada por los peltastas y los jinetes púnicos. Númidas y peltastas siracusanos se enfrascaron en un combate, con un resultado parejo para ambos..

En el flanco izquierdo la caballería comienza con ventaja sobre la caballería de Mamercus, pero el combate no ha resultado conclusivo y ésta vez son los griegos los que sufren un revés. Los psiloi púnicos empiezan a maniobrar para molestar a la caballería griega en el caso de que resulte victoriosa.

En el centro tiene lugar la mayor parte del combate. Los griegos avanzan con el resto de su línea y, sin romper su línea, entran en contacto con los libios. El combate reparte suerte dispar entre los bandos. En el enfrentamiento entre griegos de ambos bandos, los alistados bajo el bando púnico se llevan la mejor parte, desbandando una de las unidades siracusanas y abriendo un hueco en el centro de su línea. Por su parte, los hoplitas que habían superado la línea de Timoleón, se dan la vuelta para amenazar al resto de la falange siracusana de ese flanco. 

En el lado contrario, los corintios continúan venciendo contundentemente a los mercenarios hispanos, quienes no consiguen aguantar el empuje de las tropas de Timoleón a pesar de la participación de Mamercus en la refriega. Por suerte para el general salva la vida en el combate pero éste no pinta nada bien para sus tropas en el centro. 

En la parte izquierda del centro los libios también pierden por toda la línea frente a la falange siracusana. Así está la batalla al finalizar el turno.



Turno 6

Las pérdidas sufridas por el ejército griego y la ruptura de su línea vuelven a dañar su estructura de mando, lo cual vuelve a igualar las cosas y coloca a los cartagineses con una mayor iniciativa en este turno. La mayor parte de la línea está comprometida, así que el único movimiento tiene lugar en el flanco derecho, en el que los cartagineses han salido victoriosos. Así, los peltastas cargan contra sus homólogos del bando griego para apoyar a la caballería númida en el extremo del flanco. La carga, unida a la superioridad numérica, tiene éxito y desaparece la última unidad griega de ese flanco.

En el centro la suerte es dispar. Por un lado, los corintios de Timoleón consiguen vencer a los mercenarios hispanos comandados por Mamercus, que muere en la huida que se produce posteriormente. Por su parte, los libios siguen sufriendo a manos de sus enemigos y continúan perdiendo pero también logran infligir pérdidas a sus enemigos. 

En el flanco izquierdo el combate entre caballerías prosigue con suerte pareja para los dos bandos, que se colocan los dos justo a punto de la ruptura. Antes del siguiente turno, los griegos han perdido tres unidades básicas y están a una unidad de la derrota final, mientras que los cartagineses han perdido solo una unidad y el general, lo cual les deja a dos unidades de desbandarse. Así están las cosas al final del turno.


Turno 7

Este turno podría definir el sentido de la batalla. A pesar de su victoria en el flanco derecho, los púnicos no tenían garantizada la victoria. Si bien los griegos estaban a una unidad de desbandarse, la única unidad en riesgo de romperse era la caballería. El resto de unidades no peligraban y, además, tenían todos sus combates favorables. Por el contrario, no sólo la caballería del bando cartaginés estaba en riesgo, sino que había dos unidades a dos puntos de romperse. No se romperían todas a a la vez, pero si caía la caballería y alguna de las unidades esto podría ocurrir. 

Este turno ganó la iniciativa Timoleón, pero apenas pudo hacer movimientos. Por su parte, los cartagineses siguieron girando pesadamente su flanco derecho para poder intervenir en el resto de la batalla. Dieron la vuelta a sus hoplitas victoriosos y se preparan para atacar por el flanco y la retaguardia a las unidades griegas.

Finalmente todo quedó decidido por la suerte de los dados. Si bien los griegos lograron ciertos resultados ventajosos en el combate, éste, al comenzar por la caballería y ser adverso a los griegos el combate terminó con la desbandada de la caballería griega y su derrota. Calculamos el resto de combates y no hubiera huido ninguna unidad púnica, pero sí hubieran quedado dos de ellas a un punto de ruptura. Al final las tropas de Timoleón salieron derrotadas


Final

Al final mi sensación es que el determinante de la batalla fue el ataque por el flanco con la concentración de fuerzas púnicas, si bien mis tropas no fueron capaces de explotar adecuadamente esa victoria y tener un impacto en el resto de la batalla. Además, la victoria en la parte derecha del frente tuvo un alto componente de azar. Ambas tropas estaban igualadas y simplemente tuve más suerte. Ayudó también mantener la iniciativa y decidir el orden de las melés. 

Si la caballería griega no se hubiera desbandado (o entrado en combate entonces sino más tarde), creo que el centro griego hubiera tenido tiempo para aniquilar a todos los libios. Aún tenían dos turnos más para acabar con los libios antes de que ninguna de mis unidades pudiera ir en socorro del otro flanco. Funcionó como tenía que funcionar el rehusar un flanco, pero el combate tendría que haberse acelerado en el flanco derecho y ralentizado aún más en el izquierdo para tener un verdadero impacto. 

Creo que al bando de Timoleón debería haberle dado algún punto de iniciativa más para reflejar lo buen general que demostró ser, equilibrando así más el escenario y permitiendo que tuviera un desarrollo más histórico. En cualquier caso la partida se acabó en un tiempo razonable y fue divertida, teniendo los dos jugadores suficientes oportunidades. Definitivamente las campañas de Timoleón son otro de esos períodos históricos que merecen más atención y que son muy interesantes.




No hay comentarios: