Jenofonte (Hel. VII.5.23)Mientras tanto, Epaminondas conducía su ejército de proa, como un trirreme, creyendo que si podía atacar y abrirse paso en cualquier lugar, destruiría todo el ejército de sus adversarios. Porque se disponía a hacer la contienda con la parte más fuerte de su fuerza, y la parte más débil la había apostado muy atrás, sabiendo que si era derrotado, desalentaría a las tropas que estaban con él y daría valor al enemigo. Además, mientras el enemigo había formado sus jinetes como una falange de hoplitas, seis de profundidad y sin soldados de a pie entremezclados, Epaminondas, por otro lado, había hecho una fuerte columna de su caballería, también, y había mezclado soldados de a pie entre ellos, creyendo que cuando atravesó la caballería enemiga, habría derrotado a todo el ejército contrario; porque es muy difícil encontrar hombres que se mantengan firmes cuando ven a alguno de su propio bando en fuga. Y para impedir que los atenienses del ala izquierda acudieran en ayuda de los que estaban apostados junto a ellos, colocó tanto a jinetes como a hoplitas en unas colinas frente a ellos, queriendo crear en ellos el temor de que si procedían a prestar ayuda, estas tropas caerían sobre ellos por la espalda. Así pues, hizo su ataque, y no fue defraudado de su esperanza; porque al ganar el dominio en el punto donde golpeó, hizo huir a todo el ejército de sus adversarios.
En lo que vemos aquí, la caballería tiene dos tipos de despliegue. Por un lado parece formar como los hoplitas, en una formación de seis de fondo, la cual, por cierto, según el propio Jenofonte, podría ser la profundidad de la formación de hoplitas espartanos también en la descripción que veíamos de Connolly, con 12 en fondo que luego se comprimen a seis. Esta formación parece más bien defensiva y como más rígida.
Por el contrario, cuando se describe la formación tebana se alude a una carga de caballería donde parece que impera cierta profundidad en la formación. Según Connolly, el inventor de la formación en cuña para los macedonios fue Filipo II, pero no cabría descartar que, de la misma manera que se dice que Filipo II copió la idea de la falange macedónica de Epaminondas, que hubiera habido también una formación en columnas profundas con infantes mezclados dentro de la caballería tebana en una especie de formación primitiva en forma de cuña. Por otra parte, este mismo autor establece que los tesalios luchaban en formación de rombo. Siendo vecinos de los beocios, podría ser que las formaciones de los lugares en donde había más espacio para la cría de caballos y el uso de la caballería en grandes formaciones estuvieran ya experimentando con columnas, cuñas y rombos. Lo representa así en la siguiente ilustración (Connolly, 2012: 71).
Cita de: Polibio (Hist. XII.18.3)Para ser realmente útil, la caballería no debe tener más de ocho de profundidad, y entre cada tropa debe haber un espacio de igual longitud al frente de una tropa para que no haya dificultad para girar (a izquierda o derecha) y dar la vuelta. Así, un estadio puede contener ochocientos caballos, diez estadios ocho mil y cuatro estadios tres mil doscientos, de modo que once mil doscientos caballos llenarían un espacio de catorce estadios."
Otro factor relevante es que la representación de la caballería debería hacerse con muchos huecos entre unidades y con gran espacio en general, lo que significa que la caballería era muy útil para cubrir grandes espacios y de ahí probablemente toda su importancia. También su forma de combate debía, por esto mismo, ser mucho más móvil, pero esto lo dejo para otro post.
Referencias
Connolly, P. (2012). Greece and Rome at war. Grub Street Publishers: Yorkshire.
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