26 de julio de 2011

Restauración de tableros modulares

Pondré por aquí mis avances en la restauración de una serie de tableros que había preparado con mis amigos. Tras dejar de jugar, al final los tableros terminaron en mi casa. Al principio pensé en una restauración simple, arreglando todos los desperfectos de pasar tanto tiempo en el desván, pero al final me dije que no tenía terreno del desierto y que ésta era una buena oportunidad (y dado que no juego nada, pues al menos me sirven para echar fotos y en extremo para la batalla de Zama).

Pondré algunas fotos, pero se me pasó por completo fotografiarlos antes de empezar. Para que os hagáis una idea, estaban de verde completamente, lo que hacía que fueran sosos y planos. Se habían roto algunas partes, apareciendo rajas o saltándose la pintura. Por otra parte, mi principal descubrimiento es que en el caso de los tableros modulares, mejor empieza de cero con buenas bases que intentes arreglar algo que de principio no está del todo bien. Hubo partes que hubo que rehacer por completo y que hubieran quedado mejor si las hubiera hecho desde cero. Aquí va la historia.





Ésta es la primera fase de la restauración, cuando eliminamos el color predominante verde y lo sustituimos por tonos marrones para representar las tierras desérticas. Para ello usé tres tonos de la marca de sprays para grafieros Montana Colors. Son mejores que los de los chinos y más baratos. Su acabado es completamente mate y si no se aplican directamente, pero indirectamente, los resultados del difuminado son muy buenos. Como tenía una base de verde, apliqué el marrón oscuro por la mayor parte de la superficie, pero dejando algunas partes del verde original. En otras ocasiones apliqué la pintura para que cayera sobre el tablero y no en aplicación directa (chorro paralelo al tablero).



 La zona de la playa es la que menos restauración presenta. Fundamentalmente le di una mano de ALKIL a la zona del agua para devolverle brillo que había perdido. También repasé con el tono de marrón claro la zona de la playa para que estuviese en armonía con el resto.



El color base era un marrón oscuro (Marraquesch). Sobre ése apliqué un marrón más claro (Marrón Kraft) y un color hueso, para resaltar. Luego volví a dar el tono de marrón más claro para que quedara más claro que el tono anterior pero sin dejar el estridente color hueso. Arriba y abajo se puede ver el proceso a medias.





Las colinas de los primeros tableros estaban hechas de arcilla y representaban uno de los mayores retos. Así quedaban tras recolorear, por lo que decidí rehacerlas. Si hubiese tenido un plan inicial me hubiera ido mejor con la restauración, pero eso es lo que tienen proyectos que van creciendo poco a poco en envergadura. En otros tableros no usamos arcilla pues aprendimos que tiende a ajarse con facilidad y nos pasamos a la cola con papel de guía telefónica.





Aquí se ve cómo avanza el proyecto y el pelo sintético que usé para el follaje. También se ve en el lado de la izquierda uno de los desperfectos, con un gran agujero en una parte de donde antes habían piedras y arena pintadas.








Aquí está la restauración en sus pasos finales. He pegado el pelo sintético para borrar todos los fallos, las acumulaciones excesivas de pintura de spray y desgastes del tiempo de almacenaje (había hasta grietas en los tableros). El río es lo que menos restauración necesitó, aunque hubo que eliminar parte de la silicona original y rascarlo para quitar la pintura de spray que se le había pegado en partes mal cubiertas.



Así quedan los caminos. Para hacerlos pinté la línea primero con el spray de color hueso y luego con el marrón claro. El resultado no me convencía del todo, pues apenas se diferenciaban del resto del terreno. Por ello usé aerógrafo primero con amarillo de foundation y luego con komando khaki para marcar el camino. Una mezcla de marrón oscuro de Fundation y Humo de Vallejo me permitió sombrear las partes que no eran camino para tener más contraste aún entre las partes que eran camino y las que no.





El follaje que se ve es pelo sintético coloreado a aerógrafo con amarillo de Fundation y luego un poco de khaki, aunque muy ligero. No estoy seguro de si ése será el tono final o si terminaré retocando algo.


En comparación con la anterior, en la segunda fase de restauración he trabajado más las transiciones del terreno, para hacerlo más armónico y tener una rivera ligeramente reverdecida por el paso del río. Aún queda el añadido de vegetación.

Y aquí vemos una columna de Pz III J atravesando la carretera. Quizá el camino merezca un poco más de atención, en especial el pintado de las piedras. Igualmente, quizá algunos otros tableros reciban el añadido de tratamiento de caminos. Cualquier sugerencia es bienvenida para mejorar los tableros.

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